lunes, 10 de noviembre de 2008

Clase de pociones: Haciendo saquitos perfumados



hace unos días me inscribí en un foro en el que realizamos un intercambio de 24 regalitos con alguna otra compañera del foro que te toca por sorteo... al principio estaba muy excitada, ahora ya nerviosa, porque 24 regalitos son muchos regalitas, además la gracias es que parte de ellos han de estar hechos a mano. Como a la chica en cuestión no la conozco se me ocurrió hacerle como uno de los regalos unos saquitos perfumados... he encontrado 2 recetas, una para hacer saquitos relajantes que puedes poner en la bañera y otra para saquitos de hierbas para poner en los armarios.

Dicho y hecho, he cojido una hoja de papel bonita, he hecho la lista de todas las hierbas y aquí me encontrais, de regreso del herbolario. DE una sentada he comprado todos los ingredientes en el mismo sitio (esceptuando la naranja y el limón).

He de confesar que sólo he comprado un bote de esencia (el de lavanda que es el común en los dos tipos de sacos) porque son un poquito caros (unos 8,5 euros)




SAQUITO PERFUMADO PARA ARMARIOS Y CAJONES




INGREDIENTES

50 gramos de pétalos de rosa secos.

25 gramos de clavo.

5 gotas de aceite esencial de musgo de roble.

1 cucharada de canela en polvo.

1 cucharada de romero seco.

2 granos de anís estrellado.

5 gotas de aceite esencial de bergamota (Antiséptica, antiespasmódica, se­dante, cicatrizante, desodorante, vermífuga, anti­depresiva, digestiva, resfríos, sistema respiratorio).

5 gotas de aceite esencial de lavanda (Probablemente el más usado, enferme­dades de la piel, reumatismos, afecciones de las vías respiratorias, problemas digestivos, sistema nervioso, sedante, somnífero, descarga de en­ergías negativas, repelente de moscas).

8 bolsitas de lino o algodón del tamaño que tú desees, nosotros te recomendamos 8×15 centímetros.

Cinta de colores.


MANOS A LA OBRA


Machaca en un mortero el anís y el romero. Luego, añade la canela y los aceites esenciales y trabaja bien la mezcla. En un tarro de cierre hermético, échalo todo junto a los pétalos de rosa, el musgo de roble y el clavo. Déjalo macerar un mes y, pasado este tiempo, divide la mezcla entre los ocho saquitos y átalos con la cinta





SAQUITOS DE HIERBAS RELAJANTES PARA EL BAÑO



Son muy fáciles de preparar y ayudan a aliviar el cansancio muscular al tiempo que suavizan la piel.


Se utilizan en el momento del baño ya que se cuelgan del grifo de agua caliente de modo que a medida que ésta sale se va aromatizando con su fragancia.


Se pueden emplear varias veces hasta que ya no desprendan fragancia.



INGREDIENTES



25 gramos de copos de avena

25 gramos de lavanda seca

25 gramos de hojas de hierbaluisa secas

15 gramos de piel de naranja seca

15 gramos de piel de limón seca

2 hojas de laurel secas

2 ramitas de romero secas cortadas en trocitos

8 bolsitas de muselina

1 cordón

8 gotas de aceite esencial de lavanda



MANOS A LA OBRA


En un recipiente se ponen los copos de avena, la lavanda, las hojas de hierbaluisa y las ramitas de romero.
En un mortero estrujamos las pieles de naranja y de limón con las hojas de laurel y se añaden a la mezcla anterior. Se mezcla todo bien y se le añaden 8 gotas de aceite esencial de lavanda.
Se reparte el producto en las bolsitas de muselina y se atan con un cordón. A continuación se almacenan en una caja de cartón para preservar su aroma y se guardan hasta el momento de su uso.




Gracias a:


Campodifiore


Decora Ilumina

3 comentarios:

supercursi dijo...

Limpiar el váter es una honrosa tarea, sin duda.

Lo de los saquitos pinta muy bien, sobretodo eso de que lo cuelgas del grifo del baño y va perfumando a medida que cae el agua...¡ummmmm! La sequia ha acabado con ese gran placer llamado baño calentito (en mi casa es más estrés que placer, pero bueno). Hoy me haría falta uno, que estoy baja de ánimos.

Soy una cotilla y pinché un link que pusiste en el blog de la adorable Madame Mazapan, un libro sobre placeres cotidianos, y me enganché muchísimo. Colinabo es mi nueva palabra favorita.

Grrrr, voy a comer algo con mucho queso, ¡un besote y sigue poniendo más ideas otoñales, que soy muy fan del blog!

Marta Ruescas dijo...

Querida Pat y también déjame que te llame mi amor porque es como si ya te conociera de antes. De verdad que casi me pongo a llorar de emoción al leer tus palabras. Eres la primera persona, que no es de mis amigos habituales que le gusta mi blog. Estoy contentísima de encontrar a alguien que mira y entiende el mundo como yo lo hago. Estoy leyéndote despacio y sintiendo tu emoción y alegría cuando hablas de los rituales y de esos saquitos de olor que tienen tan buena pinta :P

No había podido leer con calma este blog y es increíble cómo coincidimos en tantas cosas.

El otoño es mi estación favorita con diferencia y en el verano no me encuentro muy inspirada. No encuentro mi lugar en esa estación y siempre anhelo que llegue finales de septiembre porque entra octubre, el mes de canela y olor a leña... No sé porqué me pasa pero me siento revivir.

Lo bueno es que nos podemos seguir contando tantas cosas...

Otro abrazo muy muy fuerte de tu nueva amiga Marta.

supercursi dijo...

Mis padres no saben lo que es un colinabo, ¡y los padres lo saben todo! He tenido que buscarlo en google, jum.

Si ya me miraron raro en el mercado por pedir pimienta de jamaica, ya verás cuando vaya a pedir colinabos.

Colinabo.

Colinabo.

Colinaboooo.

¡Es una palabra genial!